lunes, 14 de noviembre de 2011

7ª Realiza una descripción subjetiva

La ciudad a esta hora es distinta, tiene una mágia especial. Las brumas de la mañana llenan el cielo y las copas de los árboles se hinchan con ella. Todavía queda un rastro de la Luna en el cielo y el Sol no acaba de salir.
Andando a esta hora todo es distinto, más bonito.
Ando por las calles más silenciosas, las más vacías. Por esta zona sólo hay casa por construir y casas las cuales aún no ha habido tiempo para derrumbar. Sueño con reconstruir las más antiguas, volver a darles vida. Hay una a la que le tengo especial cariño, parece un caserón de una antigua familia de dinero, en realidad me encanta fantasear con el pasado de estos edificios...
Esta casa se levanta en un inmenso jardín lleno de malas hierbas, pero con algunas flores que han conseguido sobrevivir al paso del tiempo y el descuido. El edificio tiene la última planta hundida, están a la vista sus vigas de madera, rotas por las estaciones, peladas por las lluvias. La pintura de la pared se resiste a caer, menos por algunas partes, dejan al muro al aire, sin color, desgarrado. Las ventanas, todas rotas, quién sabe si por piedras de niños raviesos o por fuertes tormentas... prefiero pensar que ha sido capricho de la naturaleza que de un niñato aburrido. El caserón está rodeado por un alto muro, con vallas oxidadas coronándolo. La entrada, una alta puerta aguarda a volver a ser abierta por alguien que vuelva a cuidar del jardín.
Yo mientras la seguiré observando, como envejece ella, como envejezco yo...

1 comentario:

  1. casi veo una fotografía de la escena,... me ha encantado sentir lo que has narrado :3

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